Nueva York .- Once años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, los neoyorquinos conmemorarán el aniversario el martes en un contexto de problemas de salud para los trabajadores de emergencia y una disputa sobre la financiación que ha frenado la construcción del museo de la Zona Cero de 1.000 millones de dólares.Aunque se han hecho notables progresos en las obras de remodelación del World Trade Center en medio de disputas por la financiación, el diseño y cuestiones de seguridad, el proyecto sigue siendo obstaculizado por batallas políticas y miles de millones de dólares en sobrecostes.
Una parte importantes es el museo en el corazón del nuevo World Trade Center (WTC). La construcción se ha suspendido por una disputa sobre la financiación entre el Memorial Nacional 11 de Septiembre, la fundación Museo y la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
Cuando la fundación anunció recientemente que por primera vez los políticos serían excluidos de los discursos en las ceremonias del aniversario del 11-S, muchos familiares de las víctimas y otras personas de la comunidad 11-S lo consideraron un reflejo de las peleas que se libran detrás de bambalinas.
El coste general de la reurbanización del sitio ha crecido a casi 15.000 millones de dólares, frente a los 11.000 millones de 2008, según una auditoría reciente del proyecto.
Sin embargo, para muchas familias de las víctimas y trabajadores enfermos de la Zona Cero, las polémicas por el proyecto son un espectáculo desalentador ante la creciente pérdida de vidas humanas.
Cuando las Torres Gemelas de 110 pisos se derrumbaron, miles de toneladas de acero, hormigón, cristales y amianto se vinieron abajo también. Mientras, miles de litros de combustible de los aviones en llamas y la quema de plásticos liberaron sustancias mortales cancerígenas.
La semana pasada, el Departamento de Bomberos de Nueva York añadió nueve nombres a los 55 ya grabados en un muro en honor de los miembros que han muerto de enfermedades relacionadas con el rescate y los trabajos de recuperación de la Zona Cero.
Algunos cálculos sitúan la cifra total de muertos por enfermedad del 11-S en más de 1.000. A nivel nacional, al menos 20.000 trabajadores de la Zona Cero están recibiendo tratamiento y 40.000 están bajo supervisión del Programa de Salud del World Trade Center.
"Estamos enterrando a los chicos por todos lados", dijo Nancy Carbone, directora ejecutiva de Amigos de los bomberos, una organización sin ánimo de lucro de Brooklyn que ayuda a tratar a los primeros en acudir al lugar del atentado. "Esta es una epidemia continua".
En las últimas siete semanas, tres policías de la ciudad de Nueva York, dos bomberos y un obrero de la construcción que trabajaron en la Zona Cero han muerto de cáncer o de enfermedades respiratorias, según John Feal, que dirige una ONG que supervisa cuestiones de salud de la Zona Cero.
La naturaleza escalonada de los diagnósticos respiratorios han complicado los esfuerzos para distribuir los 2.700 millones de dólares en fondos de indemnización federales a las víctimas. Se espera que una serie de cánceres se añadan este mes a la lista de enfermedades cubiertas por el fondo.
Leslie Haskins, que perdió a su marido el 11-S, dijo que estaba cada vez más desilusionada con los políticos por la reconstrucción del lugar, y quiere que se preste más atención a los trabajadores enfermos.
"Están enfermos y muriendo y sus matrimonios se están rompiendo", dijo. "¿Por qué estamos vertiendo todo este dinero en edificios cuando los hombres no tienen suficiente seguro para comprar un aparato de respiración?"
El 11-S murieron 2.751 pesonas. "Eso es triste, pero no sufrieron mucho. Estos primeros trabajadores en responder han muerto lentamente durante once años", dijo Jim Riches, jefe de bomberos jubilado, que perdió a un hijo en la tragedia.
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