El Cairo.- Los egipcios se manifestaron durante la madrugada del domingo en la simbólica plaza Tahrir, encolerizados porque el depuesto presidente Hosni Mubarak fuera condenado a cadena perpetua y no a muerte por todos los manifestantes fallecidos en el levantamiento que acabó con sus tres décadas en el poder.
Muchos vieron la condena a Mubarak y la absolución de altos cargos policiales como la demostración de que el viejo régimen sigue teniendo influencias y temen que Mubarak pueda salir absuelto en la apelación.
Miles de personas acudieron a Tahrir el sábado para escuchar el veredicto. El domingo por la mañana quedaban unos pocos cientos en el lugar donde se inició el levantamiento en enero de 2011 que acabó con el derrocamiento de un estrecho aliado de Estados Unidos, y aseguraron que se quedarán hasta que se vengue a los muertos de la revolución.
"Este no fue un veredicto justo y hay un rechazo masivo de la sentencia", dijo un manifestante, Amr Magdy. "Tahrir se volverá a llenar de manifestantes. En Egipto, el único modo con el que puedes lograr algo de justicia es manifestándote, porque todas las instituciones siguen controladas por personajes de Mubarak".
El esperado veredicto aumentó el temor entre muchos activistas pro-democracia que los últimos acontecimientos están dando marcha atrás al resurgimiento del país de décadas de mandato autocrático. Muchos de los jóvenes revolucionarios liberales y de izquierda que comenzaron el levantamiento quedaron consternados cuando sus propios candidatos perdieron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el mes pasado.
Estos comicios son el último paso de la transición del poder militar al civil. El 16 y 17 de junio se celebrará la segunda vuelta entre Mohamed Mursi, candidato de los Hermanos Musulmanes, un grupo socialmente conservador, y el último primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, que ha dicho que Mubarak es su modelo.
Saqueo en oficina de Shafiq
Decenas de jóvenes saquearon la oficina de campaña de Shafiq en la ciudad de Fayum, al sur de El Cairo, durante la noche en el segundo ataque de este tipo en unos días, informó la web estatal de noticias Al Ahram. Un miembro de la campaña de Shafiq dijo no tener conocimiento del ataque.
Imágenes en la web de Al Ahram mostraron a jóvenes destruyendo y quemando la oficina e imágenes de Shafiq, y a otros coreando lemas llamándole "feloul", una palabra árabe usada para referirse a los remanentes de la era Mubarak.
El izquierdista Hamdeen Sabahy, que no consiguió clasificarse para la segunda vuelta, acudió a Tahrir en la noche del sábado, al igual que el candidato Mursi de los Hermanos Musulmanes.
"Estamos incrédulos de que o Shafiq o Mursi puedan ser presidentes", dijo Ahmed Abdula, de 21 años, uno de los cientos de fans futbolísticos que han salido a las calles en manifestaciones esporádicas desde que Mubarak fue derrocado.
Mursi, que no ha conseguido aún el apoyo de los candidatos derrotados en la primera vuelta, se reunió con Sabahy y otro candidato, el islamista Abdel Moneim Abol Fotu, en la noche del sábado.
"La situación ahora está atascada, pero un escenario sería parar la segunda vuelta", dijo un activista político testigo del encuentro.
"Planeamos (celebrar) manifestaciones el lunes, el miércoles, y una gran manifestación de un millón de personas el domingo", agregó.
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